Los Caminos de Santiago
Muchas han sido las rutas que han seguido los peregrinos a Santiago desde el medioevo hasta nuestros días. Nosotros destacaremos, por orden cronológico de su utilización, las tres principales rutas de largo recorrido que atravesaron la península ibérica de punta a punta. Evidentemente los peregrinos que venían de la Europa continental también seguían otros caminos que confluían en los mas adelante descritos, aunque su descripción nos llevaría alargar en exceso la web.
Un último consejo, si quieres sacar el máximo provecho a tu peregrinaje, adquiere una guía del Camino que has elegido, te informará no solo sobre el trayecto a seguir, si no sobre monumentos, historia, leyendas,... albergues de la ruta y sitios en donde poder reponer fuerzas. En cada uno de los caminos descritos te recomendamos las que, por propia experiencia, creemos las mejores.
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Camino de la Costa o Camino Norte |
Camino del Interior |
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Camino Francés |
Vía de la Plata |
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Camino Primitivo El viaje que realizó el rey Alfonso II desde Oviéu a las inmediaciones de Iria Flavia marcó la ruta que siguieron los astures que emprendían la peregrinación hacia el remoto lugar de Gaellecia, es decir el que transitaba de las actuales Oviedo, Grado, Fonsagrada, Lugo y Santiago de Compostela y que venía a transcurrir por lo que hoy se conoce como el “Camino Primitivo”. |
Otros Caminos históricos Miles de millas han surcado los peregrinos a lo largo de multitud de Caminos que han constituido una basta red vial de mayor o menor importancia histórica: el Camino Portugués, el Camino Inglés, el Camino Catalán, el Camino de Levante... |
Fue el primero de los Caminos usados por los peregrinos hacia Compostela. Rico en culturas, paisajes y lenguas su trazado nos lleva por el País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia bordeando la costa, entre acantilados y playas, bosques y prados, con el frescor del Cantábrico en los días de verano y ese verde eterno en el paisaje de sus valles y montañas. Desde su comienzo, y a lo largo de todo su trazado, se hacen continuos enlaces con el Camino Francés, una continua red de caminos por la que el peregrino transitó en todos sus sentidos durante siglos.
Conocido también como Camino Vasco del Interior o del Túnel de San Adrián; ha sido, además de un eje jacobeo fundamental, la puerta de entrada al centro de la Península desde Irún en la época romana. Los peregrinos a la altura de Irún, Oiartzun o Astigarraga, se dividían, unos seguían el trazado del Camino de la Costa mientras que otros seguían el Camino Real que, tras atravesar Gipuzkoa y cruzar el túnel de San Adrián se adentraba en Araba y posteriormente en tierras castellanas para unirse al Camino Francés bien en Santo Domingo de la Calzada, bien en Burgos a través de Briviesca. 
El más conocido
y seguido por los peregrinos. Nos hará retroceder a la Edad Media
según avancemos por sus pueblos de Navarra, La Rioja, Castilla-León
y Galicia, encontrándonos la historia en cada una de las piedras
del Camino dominado por el amarillo de pastos y cereales. Es,
con mucho, el más transitado de todos los Caminos y punto de confluencia
de muchos de ellos lo que conlleva la saturación en algunas ocasiones
y épocas, aunque precisamente esa misma afluencia masiva es lo
que hace que se viva la experiencia del Camino en compañía, creando
entre todos ese ambiente de confraternización y unidad que en
pocos viajes podremos encontrar. 
La ruta mas antigua (primero fue vía romana) y el Camino de Santiago
mas joven (se comenzó a usar tras la Reconquista) nos llevará
desde Andalucía a las dehesas de Extremadura, los llanos de Castilla-León
y los montes de Galicia, transmitiéndonos esa mezcla de soledad
y libertad que la caracteriza. Tiene dos ramales principales,
el que enlaza con el Camino Francés en Astorga, y el Mozárabe
que entra en Galicia por Sanabria.